13 maneras en que el dolor emocional es peor que el dolor físico

El dolor emocional es algo que todos hemos experimentado en algún momento de nuestras vidas. Ya sea por una pérdida, una traición o un desamor, las heridas emocionales pueden ser profundas y duraderas. Pero ¿sabías que el dolor emocional puede ser incluso peor que el dolor físico? En este artículo te mostramos 13 maneras en las que el dolor emocional puede afectar tu vida de manera más intensa que cualquier dolor físico. Prepárate para profundizar en tus emociones y descubrir por qué el dolor emocional es algo que nunca debes subestimar.

El cuerpo humano es una cosa maravillosa. Se regula solo, se mantiene bastante bien y tiene un sofisticado sistema para avisarnos de mal funcionamiento. Cuando se produce desgaste, lo llevamos a mantenimiento.

Sin embargo, nuestra salud emocional recibe mucha menos atención.

Un corte, desatendido, se infectará. Lo sabemos a ciencia cierta. Así que no permitamos que eso suceda. Limpiamos la herida, la vendamos y, si es lo suficientemente grave, vamos al médico.

Pero, ¿desamor o decepción? ¡Oh, permitimos que se infecten! Haremos todo lo posible para fingir que no hay daño, y cuando el daño emocional empeore o se extienda a otras áreas de nuestras vidas, también lo ignoraremos.

Aquí hay 13 formas en que el dolor emocional es en realidad más desafiante que el dolor físico (no para descartar el dolor físico como insignificante de NINGUNA manera):

1. Dolor repetitivo

El dolor emocional se puede revivir una y otra vez sin aliviar el dolor o los síntomas. A menudo, cuanto más nos obsesionamos con un dolor emocional en particular, peor se vuelve.

2. Causa desconocida

El dolor físico suele tener una causa clara. El dolor emocional puede ser una cosa turbia llena de giros y enredos que dificultan la identificación de una causa raíz.

3. Longevidad

La tristeza perdura. Un brazo roto se fijará después de unos meses. Un corazón roto puede parecer interminable.

4. Auto-recriminación

Hay un grado de auto-ira cuando se trata de dolor emocional. Con el cuerpo, aceptamos inmediatamente que ocurrirá la enfermedad o la angustia; son parte de la vida humana. Sin embargo, creemos que se supone que estamos exentos del dolor emocional, y cuando lo experimentamos, nos enojamos con nosotros mismos por alguna falta de sentido común vagamente percibida.

La auto-recriminación nunca ha impedido que un brazo se cure, pero ha hecho más de lo que le corresponde en contra de las almas y las psiques.

5. La sombra pesada

El dolor emocional trae consigo una nube omnipresente e invisible. El dolor físico tiende a suscitar simpatía inmediata, pero creemos que nuestro dolor emocional lleva consigo el estigma de una fecha de caducidad: el duelo no debe durar demasiado; la angustia es indecorosa a menos que estés poniendo cara de valiente; la decepción es proporcional a lo mucho que querías algo pero no lo lograste debido a tus propias deficiencias.

Los pesos pesados ​​e invisibles que creemos que otros acumulan sobre nuestros dolores mentales/emocionales retrasan o descarrilan por completo nuestra curación.

6. Transferencia

Fuera de las enfermedades contagiosas, el dolor físico se limita a ti mismo. El dolor emocional se transfiere fácilmente a los demás. Esto ocurre a través de una serie de mecanismos psicológicos, pero el más común es el Desplazamiento, en el que transferimos sentimientos negativos a alguien o algo más en lugar de confrontar la causa inicial (y, al confrontarlos, posiblemente sanar más rápido o evitar las lesiones por completo).

7. Anticipación

Tememos a la aguja cuando se acerca, pero una vez que se hace el pinchazo, se hace. La anticipación del dolor emocional (digamos, una ruptura con un amante o una pelea con un amigo) crea estados prolongados de inquietud que conducen al dolor anticipado y luego refuerza ese dolor días, meses o incluso años después del evento.

8. Imprevisibilidad

El dolor emocional puede aparecer, estallar o reaparecer en cualquier momento, incluso en los días en que se siente más seguro emocionalmente. Algo superpequeño podría desencadenar el estallido emocional, algo tan poco relacionado con la causa original que incluso un día despejado de verano podría sorprenderte.

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9. Dolor fantasma

A veces, el dolor emocional que sientes ni siquiera es tuyo. Empatía, compasión, decencia humana básica: todos estos pueden sintonizarnos con el dolor emocional de los demás, dejándonos heridos, confundidos y temerosos hasta que los sentimientos desaparezcan.

10. Adictivo

Quizás la forma más extraña en que el dolor emocional es peor que el dolor físico es la cualidad adictiva que acompaña a sentirse mal. Sí, hay quienes disfrutan del dolor físico, pero son superados en número por quienes reciben una extraña forma de consuelo a través de la simpatía de los demás.

En casos extremos, este tipo de persona tiene tendencia a pasar de alguna manera siempre de un malestar emocional a otro.

11. Expectativas sociales

Debido a que el dolor emocional es invisible, pensamos que es como el aire: presente, pero algo en lo que no deberíamos necesitar pensar. Esperamos que sea nebuloso y que no afecte ningún otro aspecto de nuestras vidas, es decir, nuestro trabajo, nuestras relaciones o cualquiera de las acciones diarias que debemos realizar.

Este impulso social de “sacudirse y funcionar normalmente” conduce a sentimientos de vergüenza e inadecuación cuando el dolor emocional aprieta con demasiada fuerza para sacudirse, lo que exacerba una situación ya inestable.

Sin embargo, nadie se “sacude” un ojo lacerado, una costilla rota o complicaciones diabéticas.

12. Lesión no tratada

Desafortunadamente, el dolor emocional se trata con demasiada frecuencia como un signo de debilidad, por lo que tratamos de encontrar formas de ignorar o enterrar nuestro dolor, lo que no hace más que aumentar nuestros niveles de estrés (lo que a su vez afecta la salud física).

Es sorprendente que en nuestra época de avances científicos sin precedentes y nuevos conocimientos sobre la conexión cuerpo/mente, la terapia, el asesoramiento o incluso la simple meditación introspectiva sigan conllevando estigmas. Debido a estos estigmas, muchas personas no buscan ayuda cuando la vida les lleva a un bajo nivel emocional.

La verdad es que a todos nos vendría bien un poco de ayuda emocional, mental y espiritual. No importa la herida invisible, no hay vergüenza en necesitar sanar. Saber que puedes sanar, y lo harás, ayuda.

13. No localizado

El dolor físico suele identificarse fácilmente. Si te duele el brazo, sabes cuál es y no es la causa del dolor del otro brazo. Si tiene un resfriado, sabe qué partes del cuerpo pueden verse afectadas.

El dolor emocional, sin embargo, se filtra hacia todos los rincones de tu cuerpo. La angustia emocional causará dolores de cabeza, dolores de espalda, problemas digestivos, problemas para dormir, déficit de atención, frustración sexual… el dolor está esencialmente en todas partes, todo el tiempo hasta que, ya menos que, haya curación.

El dolor es dolor

El dolor emocional es tan real como el dolor físico. Es producto de un daño externo tanto como lo es un corte en un dedo. Todo el mundo experimenta dolor emocional; todos se curan de diferentes maneras y a diferentes ritmos, al igual que los sistemas inmunológico y regenerativo del cuerpo trabajan para curar el daño corporal.

Cuando nos liberamos de la ilusión de que se supone que debemos ser fuertes cuando se trata de angustia emocional, o de que el dolor emocional está «solo en la mente», nos permitimos ser humanos en lugar de recortes de cartón que no están destinados a llorar, enojarse. , o sentirse deprimido.

Quizás la forma más triste en que el dolor emocional es peor que el dolor físico es que dejamos el dolor emocional afuera cuando, honestamente, se cura mucho más rápido en la compañía y el hogar de quienes se preocupan.

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13 maneras en que el dolor emocional es peor que el dolor físico

1. Dura más tiempo

El dolor físico puede desaparecer con el tiempo, pero el dolor emocional tiende a durar mucho más. Puede persistir durante semanas, meses o incluso años.

2. Puede afectar seriamente a tu salud mental

El dolor emocional puede tener un impacto muy negativo en tu salud mental. Puede causar depresión, ansiedad y un aumento en los niveles de estrés.

3. Puede hacer que te sientas aislado

Cuando sientes dolor emocional, puede hacerte sentir como si estuvieras solo en el mundo. Puedes sentir que nadie te entiende o que nadie puede relacionarse contigo.

4. Puede afectar tus relaciones

El dolor emocional también puede tener un impacto negativo en tus relaciones. Puede hacer que te alejes de las personas que te importan o que te sientas frustrado con ellos.

5. Puede hacer que pierdas la motivación

El dolor emocional también puede afectar tu capacidad para motivarte y para mantenerte enfocado en tus metas.

6. Puede causar trastornos del sueño

El dolor emocional también puede hacer que sufras trastornos del sueño, lo cual puede tener un impacto considerable en tu salud en general.

7. Es más difícil de entender

El dolor emocional es a menudo más difícil de entender que el dolor físico. A menudo, las personas pueden minimizar el dolor emocional o no entender realmente qué está pasando.

8. Puede ser más difícil de tratar

El dolor emocional puede ser más difícil de tratar que el dolor físico. A menudo, requiere de terapia o tratamiento con un profesional cualificado.

9. Puede ser más vergonzoso

El dolor emocional también puede ser más vergonzoso que el dolor físico. Puede hacerte sentir como si estuvieras siendo débil o como si no pudieras manejar tus propias emociones.

10. Puede afectar negativamente tus hábitos alimenticios

El dolor emocional también puede afectar negativamente tus hábitos alimenticios. Puedes comer en exceso o, por el contrario, perder el apetito.

11. Puede afectar tu vida laboral

El dolor emocional también puede afectar tu vida laboral. Puedes tener dificultades para concentrarte en el trabajo o para relacionarte con los demás en el lugar de trabajo.

12. Puede ser más debilitante

El dolor emocional también puede ser más debilitante que el dolor físico. Puede hacerte sentir como si no pudieras hacer nada ni seguir adelante.

13. Puede ser más difícil de superar

Finalmente, el dolor emocional también puede ser más difícil de superar que el dolor físico. Puede requerir mucho tiempo, atención y esfuerzo para superarlo y seguir adelante.

En conclusión, el dolor emocional puede ser muy difícil de manejar y puede tener un impacto muy negativo en tu vida en general. Si estás experimentando dolor emocional, es importante buscar ayuda y tratamiento para superarlo y seguir adelante.

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