En la sociedad actual, se habla constantemente de la importancia del amor propio y la autoestima. Sin embargo, muchas veces confundimos ciertas actitudes y comportamientos con tener amor propio, cuando en realidad no lo son. En este artículo te presentamos cuatro cosas que no equivalen al amor propio y cómo identificarlas para poder trabajar en tu autoestima de una manera saludable y efectiva. ¡No te lo pierdas!
Muchos artículos se han dedicado a abordar el amor propio. Hablan sobre cómo llegar a un lugar donde puedes amarte a ti mismo, tal como eres y por lo que eres, pero relativamente pocos artículos abordan las acciones o ideas destructivas que a menudo se confunden con el amor propio.
Esta pieza te ayudará a navegar y evitar esas trampas. Abordará cuatro de los errores más comunes que cometemos cuando tratamos de amarnos un poco más.
Entonces… ¿qué no es amor propio?
Amor condicional
El amor condicional que se basa en cómo te ves, o en lo que tienes (o no tienes) no es amor propio. Estas cosas, miradas y posesiones son tangibles, pero fugaces. El verdadero amor propio no impone condiciones; eso es parte de amarte a ti mismo tal como eres en ese mismo momento, sin peros, peros.
Es posible que no esté satisfecho con la forma en que se desarrollan las cosas en su vida o con su aspecto actual, pero esas cosas son cambiantes y no deberían determinar su sentido de autoestima. Decir: “Me amaré a mí mismo… después de perder peso”, no es amor propio porque pone una condición a tu autoaceptación.
Las personas que practican el verdadero amor propio ven sus imperfecciones, pero se dan cuenta de que son parte de lo que las hace especiales y únicas. Trabajan con estos obstáculos percibidos para mejorarlos o incorporarlos como parte de lo que son.
El amor propio es algo duradero y que llevas contigo siempre, ya sea que estés teniendo un mal día con el cabello, hayas ganado 10 libras o después de que te despidan por equivocarte en el trabajo. De hecho, es en estos precisos momentos cuando el amor propio es más importante. Debes ser amable contigo mismo y ser tu mayor animador en los momentos difíciles o en los días difíciles.
Amor duro
Golpearte a ti mismo no es amor propio. Si bien es importante entender que no somos perfectos, y si bien está perfectamente bien tener esa charla de ánimo contigo mismo sobre cómo hacer cambios positivos en tu vida, ser malo contigo mismo no es el camino hacia un cambio sostenible. De hecho, tiene exactamente el efecto contrario. El castigo falla miserablemente cuando se trata de motivación. Si quieres cambiar un comportamiento o tu apariencia, ser desagradable contigo mismo no creará el espacio para avanzar.
Ser malo contigo mismo inicialmente puede animarte y ponerte en marcha, pero a la larga, esos pensamientos y comentarios negativos te impiden alcanzar tu meta. Decirse a sí mismo: “Corrí 5 km, pero debería haber corrido 7 km, soy perezoso”, no reconoce que dio pasos hacia el cambio: se levantó, se ató las zapatillas, salió por la puerta y corrió.
A veces, las cosas están fuera de nuestro control: nos enfermamos, hay una tormenta de nieve, surge una emergencia familiar, tenemos que quedarnos hasta tarde en el trabajo o un amigo necesita nuestra ayuda. No todo saldrá según lo planeado, y no podemos castigarnos por ello. Si la intención está ahí y te desvías, está bien. No hay necesidad de amontonarse en la negatividad o castigarse a sí mismo. Reconoce esos pequeños pasos positivos y sé amable contigo mismo.
También te puede interesar (el artículo continúa a continuación):
Amor egoísta
Esto puede parecer obvio, pero ser egoísta no es muy amoroso. Sin embargo, últimamente ha habido cierta confusión en torno al concepto de autocuidado versus egoísmo, ya que la idea de «autocuidado» se ha vuelto popular en los círculos de salud mental y bienestar.
El autocuidado aprovecha la necesidad muy real de que las personas establezcan límites, reconozcan sus necesidades y deseos, y creen espacios seguros para retirarse ocasionalmente del mundo. Sin embargo, como con todas las cosas, algunas personas han confundido el autocuidado con el egoísmo, ya sea negando la práctica por completo o yendo demasiado lejos en la dirección opuesta y negándose a ayudar o comprometerse con quienes los rodean.
A veces, esto puede ser una reacción después de muchos años de negarte atención y espacio, por lo que atacas, dices no a todo e ignoras a todos. Si bien esta reacción inicial es comprensible, no es autocuidado o amor propio. Lastimar a otros nunca lo es. Es solo ser un idiota. El egoísmo consiste en centrarse en uno mismo en detrimento de los demás; El autocuidado consiste en satisfacer tus necesidades y al mismo tiempo respetar las necesidades de los demás. Hay formas de conseguir lo que quieres sin recurrir a maltratar a las personas.
Falso amor
El amor propio a menudo se malinterpreta como este tipo de actividad súper positiva, exagerada, de afirmación-en-el-espejo-del-dormitorio. La creencia es que se supone que debes realizar algún tipo de ritual todos los días, sonreír en el espejo como un maníaco y decirte a ti mismo que eres «lo suficientemente bueno, y maldita sea, te amas a ti mismo». Eso no es amor propio, es solo una tontería espeluznante y performativa.
No tienes que estar sonriendo todo el tiempo, soltando los últimos lugares comunes de autoayuda, y tratando de convencer a todos los que te rodean de lo feliz que eres, o tratando de convencerte de cualquier cosa mientras sonríes como un idiota en un espejo. El amor propio no es una actuación; no se trata de hacer que los demás te crean, o pretender sentir algo cuando tú no lo haces. El amor propio es un proceso largo y, a veces, un viaje de toda la vida. No es algo que se pueda envolver con algunos trucos rápidos o afirmaciones cursis.
No tienes que demostrarle nada a nadie. No tienes que usar una máscara todo el tiempo. ¿Sentirse triste? ¿De mierda? ¿Enojado? Todos esos son sentimientos aceptables para tener; amarte a ti mismo es reconocerlos como parte de ti y hacerles frente lo mejor que puedas. ¿Me siento feliz? ¿Enamorado? ¿Alegre? Luego comparte ese lado tuyo cuando realmente sientes esas cosas.
Pretender ser (o sentir) algo que no eres, no es amor propio, es falso. No puedes mantener la pretensión por mucho tiempo si el sentimiento no sigue. El verdadero amor propio será un trabajo duro y tendrás altibajos, pero es mejor ser auténtico y superar esos sentimientos con amor y amabilidad hacia ti mismo, que mantener las apariencias.
Conclusión
Luchar por la perfección, ser cruel contigo mismo (y con los demás) o pretender ser alguien que no eres definitivamente no practica el amor propio. Si se siente mal y no resuena contigo, probablemente no sea amor propio. Cuando practicas verdaderos actos de amor propio, se sentirán bien y te traerán paz interior y calma, especialmente durante los momentos difíciles.
No tienen que ser grandes propuestas o espectáculos públicos; pueden ser los momentos tranquilos en los que te levantas, te quitas el polvo y te animas. Recuerde, el amor propio es un proceso continuo y cotidiano, y tendrá sus días difíciles. No te rindas, sé consciente de estos falsos amigos del amor propio y sé amable contigo mismo y con los demás.
Error 403 The request cannot be completed because you have exceeded your quota. : quotaExceeded
4 cosas que no equivalen al amor propio
1. Aprobación de los demás
El amor propio no depende de la aprobación de los demás, ya que es una fuerza interna que se nutre desde el interior de cada uno. Buscar constante validación por parte de los demás puede llevar a una peligrosa adicción a la aprobación externa que no satisface la necesidad de amor propio.
- No se debe renunciar a los valores personales por complacer a los demás.
- No se debe ignorar la voz interior para hacer lo que otros le agradan.
- No se debe reducir la autoestima para mejorar la imagen que otros tienen de uno mismo
2. Dinero y bienes materiales
Tener mucho dinero o poseer bienes materiales no garantiza el amor propio. Satisfacer las necesidades básicas y tener ciertas comodidades puede brindar cierta felicidad material, pero el verdadero amor propio se cultiva dentro de uno mismo.
3. Éxito profesional
El éxito profesional no equivale al amor propio. Tener una buena posición laboral y ser reconocido por los demás puede generar una sensación de satisfacción temporal, pero no cultiva una verdadera autoestima.
4. Relaciones amorosas
El amor de una pareja puede ser un gran apoyo emocional, pero no es lo mismo el amor propio que el amor en pareja. Muchas veces las emociones pueden ser confusas y llevar a una dependencia emocional que genera carencias emocionales graves.
Conclusión:
Cultivar el amor propio es fundamental para la felicidad y la estabilidad emocional. Lejos de depender de factores externos que fluctúan y son inestables, el amor propio se cultiva día a día con pequeñas acciones que llevan a una aceptación y amor propio. Reconocer lo que no equivale al amor propio es un paso importante para alcanzar una verdadera conexión interna.