Pedir perdón no siempre es fácil, pero es una habilidad crucial para las relaciones personales y profesionales. En este artículo vamos a presentar 6 pasos sencillos para pedir perdón de manera efectiva y sincera. Aprenderás cómo tomar responsabilidad por tus acciones, expresar arrepentimiento genuino y hacer un plan de acción para evitar cometer los mismos errores en el futuro. Si estás buscando herramientas prácticas para mejorar tus habilidades de comunicación, ¡sigue leyendo!
Así que has dicho o hecho algo que ha lastimado a otra persona. Y dado que está buscando el perdón, esa persona es probablemente alguien que le importa.
Pero, ¿cómo haces para que alguien te perdone? ¿Puedes hacer que te perdonen?
La respuesta corta es: no, no puedes obligar a alguien a que te perdone. El perdón tiene que venir de ellos, cuando se sientan capaces y cuando estén preparados. Puede que nunca estén listos, y tienes que aceptar esa posibilidad.
Dicho esto, hay pasos que puede tomar para que ese perdón sea más probable. Hay cosas que puedes decir y hacer para ayudarlos a llegar a un lugar donde puedan superar lo que hiciste.
Esos pasos son:
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1. Expresa arrepentimiento por tus acciones.
A la otra persona le resultará mucho más fácil perdonarte si muestras un arrepentimiento genuino. Esto comienza con una disculpa efectiva.
“Quiero disculparme por hacer…”
«Lo siento que yo…»
“Realmente no debería haber hecho X. Me gustaría disculparme contigo por…”
La mejor manera de expresar una expresión de arrepentimiento es resaltar directamente la acción dañina. De esa manera, estás comunicando que entiendes claramente el problema y cómo lastimó a la otra persona.
Las personas que tienen dificultades para disculparse por las cosas pueden encontrarlo difícil de hacer. No eluda ni trate de minimizar cuál fue la acción dañina. Me pertenece. Es tuyo para arreglar. Y no podrá arreglarlo o el abuso de confianza sin ser dueño directo de la acción.
2. Ofrezca una explicación limitada de cómo salieron mal las cosas.
Una pequeña explicación de la racionalización detrás de sus elecciones puede estar en orden. Sin embargo, las personas pueden ser impredecibles con tal explicación. Algunas personas quieren uno, otras no.
Algunas personas ven las explicaciones como una distracción del daño causado. Otros lo ven como una afirmación de que entiendes que causaste un mal.
Una solución práctica a esto es mantenerlo en una oración o preguntar si quieren alguna explicación.
“Sentí que esto era lo correcto y no me di cuenta de que sería doloroso”.
«No pensé en cómo te afectarían mis acciones».
«Tomé una mala decisión».
No tiene que ser complicado o abrumador. Si la persona quiere más explicaciones, dáselas lo más directamente posible.
3. Reconoce tu responsabilidad.
Reconocer su responsabilidad significa ser dueño de sus acciones y no tratar de disminuir su papel en el problema.
La disculpa debe centrarse en el arrepentimiento que tienes por tus acciones y cómo afectaron a la otra persona.
Lo que debe evitar es echarle la culpa a la otra persona, incluso si cree que puede estar justificado.
Un buen ejemplo es una persona con un sentido del humor tosco que ofende a un amigo que no tiene un sentido del humor tosco. Sí, las palabras que dijo como una broma y para burlarse de su amigo pueden no haber tenido la intención de ser hirientes, pero lo fueron.
Lo que el amigo rudo no debe hacer es echarle la culpa diciendo algo como: «Bueno, lamento que te ofenda mi broma», porque socava los sentimientos del amigo y no es una disculpa.
El rudo amigo aún tomó la decisión de cruzar los límites de su sensible amigo. La disculpa debe referirse a la elección del amigo rudo, no a los límites del amigo sensible.
Lo mismo ocurre con echar la culpa a un tercero o cosa externa. Si tratas de justificar tus acciones diciendo que fue culpa de alguien o de algo más, te estás negando a reconocer tus acciones, y es posible que esto no le siente bien a la persona de la que buscas el perdón.
La palabra ‘pero’ es un ofensor importante en tales casos. “Lo siento, pero…” es una forma terrible de comenzar una disculpa porque inmediatamente trata de eludir la responsabilidad por lo que dijiste o hiciste.
4. Ofrezca una explicación limitada de lo que va a cambiar.
El perdón puede llegar más fácilmente a la persona que lastimaste si muestras la voluntad de cambiar tu forma de actuar en el futuro.
Una disculpa significará mucho más si le explicas que vas a cambiar tu comportamiento para acomodar el dolor y asegurarte de que no vuelva a suceder.
A veces eso es posible, ya veces no lo es. El amigo rudo puede decidir tener más cuidado con los límites del amigo sensible. También es posible que no sientan que deben cambiar esa parte de su personalidad y decidan que deben buscar a otras personas con un sentido del humor similar para pasar el rato.
En lo que respecta al mal comportamiento, una explicación de cómo podría cambiar ese comportamiento puede solidificar la disculpa, pero solo si ese cambio se lleva a cabo. De lo contrario, la disculpa y las promesas de cambio pueden resultar contraproducentes cuando no se cumplen.
Tal vez un amigo siempre llega tarde, se disculpa regularmente por llegar tarde y luego sigue llegando tarde.
Entonces está claro que en realidad no se disculparon al respecto en primer lugar. O tal vez lo fueron, pero no se disculparon lo suficiente como para molestarse en cambiar su comportamiento o planificar su tiempo de manera diferente.
Por supuesto, cambiar el comportamiento no siempre es fácil o posible. Tal vez solo tienen otras responsabilidades que dificultan la puntualidad. Por ejemplo, tratar de mantener a los niños a tiempo todo el tiempo es una tarea imposible.
En este caso, podría ser mejor no ofrecer un cambio de comportamiento, sino simplemente hablar abiertamente con la persona a la que lastimaste o molestaste y explicar por qué no puedes prometer llegar a tiempo. Esta honestidad puede permitir que esa persona sea más indulgente ahora y en ocasiones futuras.
5. Ofrezca solucionar el problema que creó su acción.
Siempre ofrezca solucionar el problema que creó su acción. Esto contribuirá en gran medida a que te perdonen.
Por supuesto, el problema puede no ser claro y obvio. Si no parece haber un problema inmediato que abordar, puede preguntarle a la persona si hay algo que pueda hacer para solucionarlo.
Es probable que tengan su propia idea de lo que se necesitará para rectificar la situación. Y puede encontrar que una disculpa se acepta más fácilmente si puede reparar los daños que causó.
6. Pide perdón.
Pide perdón de verdad.
«¿Puedes perdonarme?» Esa simple pregunta a menudo puede ser el comienzo del proceso porque está en la naturaleza de muchas personas tratar de hacer algo cuando se les pide.
Nuevamente, si usted es alguien que tiene dificultades para disculparse, esto puede ser algo difícil para usted. No trates de eludirlo, suavizarlo o evitarlo. Solo sé directo y franco.
La mayoría de las personas emocionalmente sanas y socialmente competentes entenderán que hay contratiempos en cualquier amistad o relación. A veces tomamos malas decisiones porque eso es parte del ser humano. Ninguno de nosotros está por encima de eso.
Admítelo, pide que te perdonen y esfuérzate por corregirlo. Hacer eso lo ayudará a construir y preservar amistades y relaciones más sanas con las personas que le importan.
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Lectura adicional sobre disculpas y perdón:
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Introducción
En ocasiones, todos hemos hecho algo que nos ha llevado a lastimar a alguien y esto puede generar culpa y arrepentimiento. Pedir perdón es una forma de demostrar que nos importa la otra persona y que estamos dispuestos a hacer algo para enmendar el daño que hemos causado. Si bien, pedir perdón no es fácil, existen 6 pasos que pueden ayudarte a hacerlo correctamente.
Paso 1: Admite tu error
Antes de pedir disculpas, es importante aceptar que hiciste algo mal. Reconoce tu error y piensa en cómo ese error puede haber afectado a la otra persona. Esta es la base del pedido de perdón y no puede ser evadida.
Paso 2: Sé sincero en tu arrepentimiento
Es necesario que demuestres sinceridad en tus palabras y acciones. No se trata sólo de decir «Lo siento», sino de mostrar que esa acción lo sientes en verdad y que estás trabajando en una estrategia para que no vuelva a suceder.
Paso 3: Pide perdón
No hay que tener miedo de usar las palabras correctas. Si bien es importante ser sincero y mostrar arrepentimiento, no hay que evitar las palabras más importantes: «Lo siento».
Paso 4: Ofrece soluciones
Es importante que junto con el pedido de perdón, ofrezcas soluciones para remediar el daño causado. Si se trata de algo material que fue dañado, ofrecer una reparación o un reemplazo es una buena idea.
En el caso de haber causado dolor emocional, tus acciones futuras para enmendar la situación demuestran que no se trata sólo de palabras vacías.
Paso 5: Aprende de tus errores
Es importante que tomes un poco de tiempo para reflexionar sobre lo que pasó y entender cómo puedes evitar que suceda en el futuro. Aprender de tus errores muestra que no deseas repetirlos y que también estás trabajando en ti mismo para ser una mejor persona.
Paso 6: Respeta la decisión de la otra persona
La otra persona tiene derecho de aceptar o no tus disculpas. Lo único que puedes hacer es respetar su decisión y seguir adelante sabiendo que hiciste tu mejor esfuerzo para hacer las paces.
- Admite tu error
- Sé sincero en tu arrepentimiento
- Pide perdón
- Ofrece soluciones
- Aprende de tus errores
- Respeta la decisión de la otra persona
Conclusión
Pedir perdón nunca es fácil, pero siguiendo estos seis pasos puedes asegurar que estás haciendo lo correcto. La otra persona puede decidir si acepta tus disculpas o no, pero lo importante es que hiciste tu mejor intento para hacer las paces.