9 cosas que las personas socialmente inteligentes siempre hacen (pero de las que nunca hablan)

Todos queremos ser socialmente inteligentes, ser capaces de navegar en cualquier situación social con facilidad y dejar una buena impresión en los demás. Pero, ¿qué es lo que realmente hacen las personas socialmente inteligentes para llegar a ese nivel? En este artículo, descubrirás 9 cosas que las personas socialmente inteligentes siempre hacen, pero de las que nunca hablan. Sorpréndete y aprende de los hábitos y estrategias que utilizan las personas con una alta inteligencia social para sobresalir en cualquier situación. ¡Empecemos!

¿Eres capaz de aprovechar al máximo tus interacciones sociales?

Gran parte de la paz, la felicidad y el éxito de una persona en la vida se reduce a su capacidad para manejar con éxito las relaciones interpersonales.

Las personas con alta inteligencia social entienden que su capacidad para recibir o lograr cosas requiere que se conecten con otras personas de manera significativa.

Eso puede incluir familiares, amigos o personas en el trabajo. Todos jugamos un papel en la vida de los demás.

Comprender las formas en que las personas socialmente inteligentes interactúan con los demás puede ayudarlo a perfeccionar su propia comprensión social para que también pueda encontrar una mayor paz, felicidad y éxito en su vida.

Entonces, ¿qué hacen de manera diferente las personas con una alta inteligencia social de las que podamos aprender?

1. Eligen sus palabras con cuidado.

Una persona con un alto coeficiente intelectual social entiende que la forma en que presenta la información o una idea suele ser más importante que el mensaje.

Es imposible informar contra la ignorancia cuando la ira está nublando la capacidad de escuchar de una persona. Insultar, menospreciar o menospreciar a personas con ideas y percepciones diferentes incita a la ira.

La ira pone al oyente a la defensiva. Una audiencia defensiva ya no está escuchando.

Reconocer otras perspectivas y percepciones mientras ofrece ejemplos desde su propio punto de vista va mucho más allá de provocar ira y conflicto.

2. Pueden escuchar y considerar perspectivas distintas a las suyas.

La vida es una cosa complicada. Se vuelve aún más complicado cuando consideras que cada persona en este planeta va a tener una perspectiva diferente de la vida.

Aquellas personas con alta inteligencia social tendrán curiosidad por comprender otras perspectivas para poder aprender de ellas.

Después de todo, todos tenemos las mismas 24 horas en nuestro día. Simplemente no es posible desarrollar una comprensión completa de cada faceta de cada experiencia de vida de una manera significativa.

Lo que puedes hacer es escuchar la perspectiva de los demás y explorar por qué ven el mundo de la forma en que lo ven.

Eso no significa que debas aceptar su palabra como un evangelio, sino simplemente escucharlos para que puedas agregar sus experiencias y pensamientos a tu propia visión del mundo.

3. No pierden el tiempo discutiendo con otras personas.

Discutir es a menudo un ejercicio sin sentido. Hay un mundo de diferencia entre discutir y tener una discusión donde ambas partes están interesadas en aprender y son receptivas a las ideas de los demás.

Discutir es una pérdida de tiempo y energía emocional que se puede invertir mejor en hacer literalmente cualquier otra cosa. Es una pérdida de tiempo tratar de forzar información a una persona que no está interesada en escuchar o aprender.

Una persona puede comenzar una pelea porque le permite usar su ira como validación de sus percepciones o creencias. Es fácil caer en la trampa de pensar que porque sentimos pasión por algo, automáticamente debemos tener razón. Ese no es el caso.

4. Escuchan para comprender, en lugar de solo responder.

Escuchar es una habilidad importante para perfeccionar e implementar. Demasiadas personas participan en conversaciones pero no escuchan activamente ni consideran lo que dice la otra persona.

En cambio, simplemente están esperando su turno para responder, para desahogar sus propias percepciones o creencias, sin prestar la debida atención a lo que se dice.

Y eso sin contar a las personas que dividen su atención al no apartar la mirada de su televisor o teléfono inteligente para enfocarse en su compañero de conversación.

Enfócate en la conversación. Oír es más que solo escuchar, porque no permite que la conversación fluya por un oído y salga por el otro.

5. Aceptan las críticas, en lugar de huir de ellas.

Puede ser difícil enfrentar las críticas, ya sean constructivas o no. La crítica constructiva es una herramienta valiosa para perfeccionar el oficio, cualquiera que sea.

Una audiencia siempre tendrá opiniones y críticas, y aunque nos gustaría que fueran amables o bien hablados, no siempre es así.

Las personas con un alto coeficiente intelectual social entienden que la crítica es una oportunidad para aprender y crecer, incluso si no se habla bien. Después de todo, no todos son lo suficientemente hábiles con sus palabras para expresar su percepción de la verdad de una manera que consideremos aceptable. Algunas personas tienen una piel gruesa, otras no.

6. No juzgan a las personas por las opiniones de los demás.

Todo el mundo tiene una opinión, y no todas son positivas. Una persona socialmente inteligente va a entender que no debe juzgar a las personas por las opiniones de los demás.

Sí, puede ser útil tener un punto de partida en caso de que la persona sea destructiva, pero hay que tener cuidado de no tomar la opinión como verdad.

Siempre hay varios lados de una historia, y es una tontería suponer que lo que estás escuchando es la verdad objetiva.

Además, es una mala idea involucrarse en rumores y chismes. Es una forma rápida de erosionar la confianza y hacer que la gente cuestione tu carácter.

7. Rara vez usan absolutos en la forma en que se comunican.

Una declaración absoluta es una buena manera de instigar una discusión, porque muy pocas cosas en la vida son completamente blancas o negras. Siempre hay cosas que no sabemos o no podemos saber.

Es bueno tener confianza en la entrega de un mensaje o en una conversación, pero una persona con una alta inteligencia social será consciente de que puede estar equivocada.

La forma más fácil de evitar incitar a una discusión o provocar que otra persona ataque es no usar declaraciones absolutas a menos que sea necesario. Incluso entonces, aún puede esperar que alguien encuentre fallas en el mensaje y ataque, porque a muchas personas les encanta discutir, bien o mal.

8. Evitan tomarse personalmente las opiniones disidentes y las críticas.

Es fácil tomar una opinión contradictoria o un ataque como algo personal en el fragor del momento. Seamos realistas, a menudo se nos dice lo importante que es defendernos a nosotros mismos y lo que creemos.

Pero también es importante ser consciente de cuándo la otra persona solo está tratando de provocarnos o recurriendo a ataques ad hominem (aquellos contra el carácter o el motivo de una persona en lugar de contra las opiniones que está presentando) para socavar lo que tenemos que decir.

La mejor defensa contra tal comportamiento es la calma tranquila. Defenderse no significa necesariamente que tengamos que recurrir a la ira y al ataque. Mantener la calma ante las críticas o la adversidad es mucho más fácil cuando evitas invertir tus propias emociones en un conflicto.

Una persona con una alta inteligencia social comprenderá y reconocerá cuando se equivoque. Saben que no vale la pena perder un tiempo valioso discutiendo por nada o eludiendo la responsabilidad por estar equivocados.

Todo el mundo se equivoca de vez en cuando. A veces tomamos malas decisiones, elegimos las palabras equivocadas o simplemente no somos conscientes de todos los hechos.

Además, la persona podrá aceptar con gracia una disculpa cuando sea justo y correcto hacerlo. No todas las disculpas son iguales. A veces, las personas usarán una disculpa como una forma de tratar de escapar de la responsabilidad por una mala acción o elección que hicieron deliberadamente.

La elección de aceptar una disculpa a menudo se reduce a la intención detrás de una acción hiriente. ¿Fue un error? ¿Un accidente? ¿O fue un acto de malicia intencional? Incluso si se perdona, la maldad no debe olvidarse. Aceptar una disculpa no significa que debas exponerte a que te hagan daño nuevamente.

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9 cosas que las personas socialmente inteligentes siempre hacen (pero de las que nunca hablan)

  1. Leen el lenguaje corporal

    Las personas socialmente inteligentes prestan atención a las señales no verbales de su interlocutor. Observan la postura, los movimientos, los gestos y las expresiones faciales para interpretar lo que la otra persona está comunicando.

  2. Escuchan activamente

    Cuando alguien habla, las personas socialmente inteligentes se centran completamente en lo que se está diciendo. Hacen preguntas para entender mejor y usan la información para formar conexiones significativas.

  3. Miran a los ojos

    Mirar a los ojos es un signo de confianza y atención. Las personas socialmente inteligentes mantienen contacto visual para expresar interés y fomentar la empatía.

  4. Adaptan su tono y ritmo de voz

    Las personas socialmente inteligentes saben que el tono y el ritmo de voz pueden transmitir diferentes mensajes y sentimientos. Adaptan su manera de hablar a la situación y a la persona con la que están hablando.

  5. Aceptan distintas perspectivas

    Las personas socialmente inteligentes no juzgan ni critican a los demás por tener opiniones diferentes. Reconocen que cada persona tiene una perspectiva única y buscan entenderla para fortalecer la relación.

  6. Controlan sus emociones

    No siempre es fácil, pero las personas socialmente inteligentes reconocen que controlar las emociones es parte clave de la inteligencia emocional. Saben cómo gestionar situaciones estresantes o difíciles para mantener la calma y seguir adelante.

  7. Ofrecen apoyo y ayuda

    Las personas socialmente inteligentes están felices de ofrecer ayuda siempre que sea posible. Si una persona en su vida necesita ayuda, ellos están allí para brindar apoyo emocional y/o logístico, haciendo que los demás se sientan escuchados y comprendidos.

  8. Se involucran en conversaciones significativas

    Cuando hablan con alguien, las personas socialmente inteligentes tratan de tener conversaciones significativas que sean edificantes o interesantes. En lugar de perder tiempo en banalidades, buscan discutir temas que valgan la pena para ambas partes.

  9. Reconocen la importancia de las relaciones

    Por último, pero no menos importante, las personas socialmente inteligentes reconocen la importancia de las relaciones en nuestra vida cotidiana. Saben que priorizar una sólida red de contactos personales y profesionales es crucial para encontrar la felicidad y el éxito.

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