Cómo ser bueno contando historias

Nunca subestimes el poder de una buena historia. Desde tiempos inmemoriales, las historias han sido el medio principal para transmitir conocimientos, emociones e ideas. Pero, ¿qué hace que una historia sea realmente buena? En este artículo te enseñaremos algunos consejos prácticos para cautivar a tu audiencia y contar historias inolvidables. Acompáñanos en este viaje hacia la maestría en el arte de contar historias.

“Cuando trato de contarles una historia a mis amigos, puedo ver que sus ojos se desvían. A veces, nadie reacciona a mis historias en absoluto, lo cual es vergonzoso. ¿Cómo puedo convertirme en un mejor narrador?”

Es incómodo cuando cuentas una historia y recibes poca o ninguna respuesta. En este artículo, aprenderá cómo mantener la atención de todos y convertir los eventos cotidianos en historias interesantes.

1. Cuente historias que coincidan con el estado de ánimo y el entorno.

Solo debe contar historias que coincidan con el tema actual y el tono de una conversación. En otras palabras, cuente historias felices si tiene una conversación positiva con alguien, historias tristes si el estado de ánimo es más sombrío, y así sucesivamente. No importa cuán buena sea una historia, se sentirá un poco fuera de lugar si no está relacionada con la situación o el estado de ánimo.

Sigue el flujo de la conversación. Si la conversación avanza y las personas comienzan a hablar sobre otro tema, no intente cambiar el tema solo para poder contar su historia. Esta estrategia puede funcionar ocasionalmente en una interacción uno a uno, pero casi nunca en una conversación grupal.

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2. Elige la historia adecuada para tu audiencia

Como regla general, si su audiencia ha estado en una situación similar, probablemente apreciarán la historia. Si lo han hecho, pensarán que la historia es mucho más divertida porque pueden identificarse con ella.

Tenga en cuenta los conocimientos y antecedentes de su audiencia. Por ejemplo, si es programador y quiere contar una historia sobre algo divertido que le sucedió en el trabajo, no use jerga ni términos especializados a menos que sus oyentes tengan un conocimiento básico de su puesto de trabajo y de su industria.

También debe pensar en el tipo de temas y humor que su audiencia disfrutará y no disfrutará. Por ejemplo, es posible que a tus abuelos no les interese saber lo que hiciste cuando te emborrachaste mucho en una fiesta, pero la historia podría funcionar bien en una reunión informal de amigos.

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3. Evite superar las historias de otros

Si alguien cuenta una historia y a todos les encanta, es tentador comenzar a pensar en historias similares que podamos contar. Instintivamente queremos obtener una reacción positiva similar a la que acaba de obtener la otra persona.

Pero si instantáneamente comenzamos a hablar de nuestra propia experiencia, la otra persona se sentirá superada o destronada. Les robamos su lugar en el centro de atención.

Entonces, si alguien comparte algo divertido que sucedió cuando estaba en Guatemala, a menudo es mejor evitar hablar de algo aún más divertido que sucedió cuando estaba en Venezuela.

Esto es tan cierto para las conversaciones individuales como para las conversaciones grupales.

Siempre bríndale a la otra persona la atención que se merece, haz preguntas de seguimiento, ríete con todos y disfruta el momento. ENTONCES, puedes contar tu historia.

4. Evita las historias en las que tú eres el héroe

Una historia sobre una lucha es casi siempre más interesante que una historia de victoria. En la mayoría de los casos, el éxito se vuelve interesante primero cuando llega después de una lucha. Esta es la razón por la cual las historias de “pobreza a riqueza” son populares en películas, programas y libros.

Todavía puedes hablar positivamente de ti mismo. No hay necesidad de ser constantemente autocrítico. Pero es probable que su público no se entretenga con una historia que se centre en sus cualidades o logros positivos.

Una historia es más valiosa en un entorno social si hace que las personas se sientan bien consigo mismas. Evite las historias que hagan que los demás se sientan inferiores.

Leer más: Cómo ganarse el respeto de las personas que te rodean.

5. No empieces una historia regalando el final

En un informe científico, el hallazgo más importante viene primero. Por ejemplo, «Los científicos descubren la cura para el Alzheimer». Después del mensaje principal, se explican los antecedentes y el contexto para los lectores que deseen obtener más detalles.

Este enfoque «de arriba hacia abajo» es excelente para transmitir información clave, pero es una forma aburrida de contar una historia.

Las buenas historias son de abajo hacia arriba. Primero, obtienes el contexto y el trasfondo. Luego, comparte más detalles para mantener el interés de su oyente antes de finalmente revelar el remate al final.

He aquí un ejemplo de una historia de arriba hacia abajo:

“Usé mi camisa al revés para una gran reunión hoy. Solo me di cuenta después cuando me miré en el espejo del baño. Mi jefe me lanzó algunas miradas raras y un par de pasantes se rieron cuando me levanté para dar mi presentación. Creo que me puse la camisa al revés porque tenía mucha prisa esta mañana”.

Contar la historia de arriba hacia abajo no es entretenido. Se presenta como una queja en lugar de divertido. El narrador da la pieza más importante primero: «Usé mi camisa al revés para una gran reunión».

En una buena historia, queremos ir de abajo hacia arriba. Primero, establecemos el contexto. Para esta historia, sería algo así como: “Tenía prisa esta mañana porque tenía una gran reunión en el trabajo hoy”.

Deja que el remate sea el último. Por ejemplo, «Cuando fui al baño después, me miré en el espejo y vi que tenía la camisa al revés».

Prefacio su historia con un gancho

En lugar de saltar directamente a una historia, puede comenzar con un gancho. Un gancho no revela lo que sucede en tu historia, pero le dice a la audiencia que espere una anécdota memorable. Aún debe contar la historia de abajo hacia arriba; el gancho debería dejar a los oyentes con ganas de más, pero no debería revelar el final.

Por ejemplo:

  • [In a lighthearted conversation about vacations that go wrong]:: “Hablando de malas experiencias de viaje, ¿alguna vez te conté sobre la vez que me quedé varado en una isla tropical?”
  • [In a conversation about strange things burglars do when they break in]:: “Un ladrón le hizo algo muy extraño a mi cocina una vez”.

6. Brinda suficientes detalles para establecer la escena.

Probablemente conozca a personas que pueden balbucear sobre los detalles más finos de una historia durante mucho tiempo y nunca llegar al punto. Esto hace que sus oyentes pierdan interés. Debe agregar contexto para establecer la escena sin dar demasiados detalles.

Al mismo tiempo, cuando las personas dan muy poco contexto, es difícil entender el punto de la historia.

Por ejemplo, si estás contando una historia sobre algo divertido que te sucedió en la mañana porque te quedaste dormido, hablar sobre lo que hiciste la noche anterior sería irrelevante y probablemente no muy atractivo. Pero si no dejaste claro a tus oyentes que tu historia tuvo lugar en la mañana, se confundirían.

7. Usa descripciones vívidas

Exagerar las descripciones vívidas puede hacerte parecer demasiado dramático, pero esparcir una o dos en tu historia puede ser una excelente manera de mantener la atención de tu audiencia.

Intenta usar lo siguiente:

Símiles: Una comparación directa entre dos cosas. Por ejemplo, «La araña era un poco linda, como un pompón negro y esponjoso con patas».

Metáforas: Una descripción no literal. Por ejemplo, «El nuevo jefe parecía gruñón y aterrador, pero en realidad era un oso suave y amigable».

Analogías: Una comparación entre dos cosas que sirve como explicación. Por ejemplo, «Su estado de ánimo era como un yoyo, siempre arriba y abajo».

8. Usa una estructura de historia lógica

Para que tenga sentido, una historia debe tener un comienzo, una mitad y un final claros. Como regla general, la historia completa no debería durar más de un par de minutos.

Si olvida un detalle, no regrese a una parte anterior de la historia a menos que sea absolutamente esencial. Si alguien interrumpe y hace una pregunta irrelevante o que distrae, diga: «¡Deja de pensar, esa es otra historia!» y seguir.

9. Haz contacto visual con tus oyentes

La sabiduría popular dice que si alguien es sincero, podrá mirarte directamente a los ojos al hablar. Esto no siempre es cierto, pero muchas personas creen que si alguien tiene dificultades para hacer contacto visual, es posible que esté ocultando algo.[1]

Aprender a usar el contacto visual apropiado puede hacer que parezcas más confiable, atractivo y honesto. Consulte nuestra guía sobre cómo sentirse cómodo haciendo contacto visual durante una conversación para obtener consejos prácticos.

10. Usa tu voz para que la historia cobre vida

Los buenos narradores usan sus voces para mantener a sus oyentes interesados. Experimente variando el volumen, el tono y el tono de su voz.

Por ejemplo, puedes:

  • Hable más rápido para dar una sensación de energía y urgencia al describir momentos emocionantes en su historia.
  • Suba el volumen de su voz para resaltar puntos clave o giros en la historia
  • Dale a cada persona en tu historia una “voz” separada. Tenga cuidado porque esto requiere sensibilidad. Desea que cada personaje sea distinto sin burlarse de ellos o convertirlos en una caricatura.

No se exceda en ninguna de estas técnicas, o distraerá a su audiencia de la narrativa.

Si tiendes a hablar con una voz monótona, es posible que a tus oyentes les cueste prestar atención a tu historia, incluso si es graciosa. Consulte esta guía sobre cómo arreglar una voz monótona para obtener consejos sobre cómo hacer que su voz sea más interesante.

11. Usa pausas para lograr un efecto dramático

Las pausas breves pueden interrumpir el flujo de la historia, generar suspenso y enfatizar puntos importantes.

Por ejemplo, puede utilizar una breve pausa:

  • Justo antes de revelar una pieza clave de información

Ejemplo: Así que finalmente baja las escaleras y dice: «No sé cómo decirte esto, pero… [Brief pause] hay una serpiente en tu baño.

  • Cuando quieras darle a tu audiencia tiempo para construir una imagen mental entretenida

Ejemplo: “Así que allí estábamos, tres gerentes todos disfrazados de plátanos. Solo imagínense eso por un segundo… [Brief pause] Entonces…»

  • Justo antes del final de la historia

Ejemplo: “Entonces finalmente me di cuenta de por qué no entendía ni una sola palabra de lo que decía el profesor… [Brief pause] Estuve en la clase equivocada durante media hora”.

Use las pausas con moderación porque molestarán a sus oyentes y se volverán menos efectivas si las usa con demasiada frecuencia.

12. Usa gestos para ilustrar tu historia

Los gestos añaden un elemento visual a tu narración. Pueden ayudar a su audiencia a imaginar lo que sucedió. Los gestos también transmiten energía, por lo que pueden convertirlo en un orador más atractivo.

Aquí hay algunos ejemplos de gestos que puede usar al contar una historia:

  • Separe o acerque las manos cuando describa la distancia o el tamaño de un objeto.
  • Con la palma de la mano hacia abajo, levante o baje la mano para describir la altura de una persona u objeto.
  • Encogerse de hombros y girar ambas palmas hacia arriba para indicar desesperación o resignación.
  • Si desea enumerar personas, elementos o puntos clave, use los dedos mientras lo hace. Levante un dedo para el primer elemento de la lista, levante dos dedos para el segundo, y así sucesivamente, manteniendo la palma de la mano hacia la audiencia.

13. Usa tus expresiones faciales para transmitir emociones

Al usar su cara para mostrar cómo se sintió en una situación, puede hacer que su historia sea más atractiva. Si no eres naturalmente expresivo, puede ser útil probar diferentes expresiones frente a un espejo, para que sepas cómo se sienten.

Este video para actores tiene algunos consejos útiles para transmitir emociones a una audiencia. No te excedas o parecerás falso o demasiado dramático.

14. No apuntes al 100 % de precisión

Contar historias se trata de entretener a sus oyentes. Si bien no es una buena idea inventar cosas o decir mentiras escandalosas, no es necesario que seas completamente exacto. Por ejemplo, no es necesario que reproduzca cada línea de diálogo palabra por palabra exactamente como se pronunció. Obsesionarse con la precisión puede hacer que parezca vacilante e interrumpir el flujo de una historia.

Poniendo todo junto: un ejemplo de una historia efectiva

Aquí hay un ejemplo de una historia que muestra algunos de estos principios en acción:

“Entonces, me despierto a este importante día lleno de exámenes y citas. Casi de inmediato, siento esta creciente ola de pánico cuando me doy cuenta de que me he dormido mientras mi alarma suena. Me siento totalmente agotado, pero empiezo a prepararme para el día de todos modos.

Me doy una ducha rápida y me afeito. Pero no puedo dejar de sentirme cansada, y de hecho estoy vomitando un poco de camino al baño. La situación me está asustando en este momento, pero todavía preparo el desayuno y me visto. Miro mi papilla, pero no puedo comer y quiero vomitar de nuevo.

Así que tomo mi teléfono para cancelar mis reuniones, y ahí es cuando veo que es la 1:30 AM”.

Repasemos por qué funciona esta historia:

  • La apertura prepara la escena y da contexto. Es una historia de abajo hacia arriba. Podemos ver por qué la situación es significativa; el narrador tiene un gran día por delante, y si algo sale mal, habrá consecuencias significativas.
  • Es identificable. La mayoría de nosotros hemos dormido durante una alarma en algún momento y nos estresamos.
  • No muestra al narrador como un héroe, y no es una oportunidad para que el narrador se jacte.
  • Contiene suficientes detalles para pintar una imagen vívida para la audiencia, pero no es prolijo.
  • Sigue una estructura lógica y una línea de tiempo.
  • Tiene un remate fuerte.

Esta historia también muestra que no es necesario experimentar cosas asombrosas o llevar una vida extraordinaria para ser bueno contando historias.

¿Deberías preguntar, «adivina qué pasó después?»

Es posible que haya leído que una forma de mantener a la audiencia interesada es hacer una pausa antes de revelar la siguiente parte de la historia antes de preguntar: «¿Adivina qué pasó después?»

Por ejemplo:

“Conducía hacia la casa de mi amigo y de repente escuché un sonido extraño detrás de mí, como un rugido. Miré por encima del hombro; ¿Adivina qué era?

Cuando se usa ocasionalmente, esta técnica puede hacer que su audiencia se sienta más interesada en la historia. Pero solo funciona bien si:

  • Sus oyentes se sienten lo suficientemente cómodos para ofrecer su opinión; Es posible que algunas personas no quieran verse como tontas al “hacer las cosas mal”. Otros pueden sentirse molestos si les pides que asuman un papel activo porque solo quieren escuchar.
  • Es probable que la siguiente parte de su historia sea más interesante que las conjeturas de sus oyentes; si sus respuestas son creativas y emocionantes, la siguiente parte de su historia puede parecer aburrida en comparación.

Cómo conseguir más experiencia como narrador

1. Aprende de otras personas

También puede resultarle útil ver y escuchar a los narradores en La polilla. Escuche algunos de los cuentos y decida qué los hace efectivos o aburridos. Puede obtener algunos consejos sobre cómo mantener la atención de un oyente.

El Podcast Speak Up Storytelling es otro recurso útil. Puede escuchar historias además de críticas y comentarios que exploran por qué funcionan (o no).

2. Practica escribir historias

Algunas personas encuentran que la escritura creativa les ayuda a aprender cómo estructurar una buena historia. Sin embargo, tenga en cuenta que cuando cuenta una anécdota, también necesita usar su voz y lenguaje corporal, que no se pueden practicar escribiendo una historia.

3. Practica contar tus historias

Tenga dos o tres historias que pueda usar para ocasiones sociales. Ensayarlos línea por línea y tratar de recitarlos palabra por palabra puede hacer que parezcas rígido, pero practicarlos solo o con un amigo puede hacer que te sientas más seguro al contarlos a otras personas.

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Cómo ser bueno contando historias

Introducción

Contar historias es una de las habilidades más antiguas y valiosas de la humanidad. Desde siempre, la gente ha compartido experiencias a través de cuentos, fábulas y leyendas para transmitir conocimientos, emociones y valores. Ser un buen narrador no es solo una cuestión de talento innato, sino que puede ser aprendido y perfeccionado.

Paso 1: Conocer tus historias

Antes de contar una historia, asegúrate de conocerla bien. Internaliza la trama, identifica los personajes principales y aprende algunos detalles curiosos que puedan enriquecer tu narración. Puedes practicar contándole la historia a alguien más para ganar confianza y encontrar cualquier parte que debas modificar.

Paso 2: Prepara un gancho

El gancho es la parte inicial de tu historia que debe capturar la atención de los oyentes. Puedes comenzar con una pregunta intrigante, una anécdota interesante o una descripción vívida para llamar la atención. Un buen gancho hará que los oyentes quieran seguir escuchando.

Paso 3: Usa una voz expresiva y lenguaje corporal

Usa tu voz para agregar emoción y matices a la historia. Si estás contando una historia de terror, baja el tono de voz y habla más lentamente. Si la historia es emocionante, habla más rápido y usa frases cortas para crear tensión. El lenguaje corporal también es importante. Usa gestos para expresar emociones y moverte activamente para agregar energía a la narración.

Paso 4: Conoce a tu audiencia

No todas las historias son adecuadas para todas las audiencias. Cuando cuentes una historia, considera quiénes son tus oyentes y adapta tu lenguaje y tono a su edad, intereses y nivel de comprensión. Si estás contando una historia a un grupo de niños pequeños, asegúrate de usar un lenguaje sencillo y fácil de entender.

Paso 5: Practica

Como con cualquier habilidad, la práctica es clave para ser un buen narrador. Practica contar historias a tus amigos, familiares o incluso ante un espejo. A medida que obtengas más confianza, puedes intentar contar la misma historia de diferentes maneras para descubrir la forma en que funciona mejor.

  1. Conclusión

Contar historias es una habilidad que se puede aprender y perfeccionar con la práctica. Con un poco de preparación y atención a tu audiencia, puedes convertirte en un narrador habilidoso y entretener a tus oyentes con relatos emocionantes e interesantes. Asegúrate de conocer bien la historia, preparar un gancho, usar una voz expresiva y adaptarte a tu audiencia. ¡Empieza a practicar y comparte tus historias con el mundo!

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