Por qué tantos caen en la trampa

En la actualidad, la internet y las redes sociales han cobrado una gran importancia en nuestra vida diaria, conectándonos con el mundo y ofreciéndonos una fuente inagotable de información. Sin embargo, también se han convertido en una trampa para muchos, que caen víctimas de los engaños y la manipulación en línea. ¿Por qué sucede esto? En este artículo vamos a explorar las razones detrás de esta problemática y cómo podemos protegernos de ella.

Hoy, como todos los días, vivimos en un mundo extremadamente ocupado y lleno de expectativas hacia todos y cada uno de los individuos.

Las normas sociales y las creencias provenientes de otros proyectan una pesada sombra de presunciones en nuestras vidas, a menudo incluso antes de que nazcamos. Los sistemas modernos de educación y trabajo son una fuente inagotable de intensa presión, que desborda nuestras mentes y cuerpos. Incluso el descanso más pequeño debe calcularse y encajar en un horario lleno de deberes y responsabilidades.

Se sabe comúnmente que las personas altamente sensibles se abruman con mucha facilidad, por lo que no están bien preparadas para enfrentar situaciones estresantes y estimulantes continuamente. La falta de una comprensión adecuada de este problema a menudo obliga a esas almas frágiles a buscar una solución por su cuenta.

Frecuentemente recurren a sustancias adictivas para aliviar la tormenta emocional que se desarrolla dentro de sus corazones. Cuando tu propia mente afligida te está matando, incluso una droga con efectos secundarios graves parece ser el mal menor, mientras tratas desesperadamente de manejar el momento presente. Esta forma de adormecerse, aunque muy dañina, es un acto de supervivencia.

Formando el hábito

Yo mismo soy una persona vulnerable e introvertida y he experimentado la imperceptibilidad de una acción que se transforma lentamente en un patrón. Comienza con encontrar alivio de repente en una situación terrible: usemos un ejemplo de beber una botella de Jack Daniels después de una ruptura.

Tal evento es bastante común, y muchas personas probarán algún tipo de anestesia autoadministrada para probar su efectividad cuando somos el personaje principal de nuestro propio espectáculo trágico.

¿Puedes recordar un momento en que usaste alcohol para aliviar tu ira y tristeza mientras te disociabas gradualmente de tu dolor? Si su respuesta es afirmativa, existe una gran posibilidad de que, si la desafortunada situación se repite, vuelva a reproducir la misma escena, buscando un comportamiento que sepa que lo superará una vez más.

Nuestro cerebro participa en la formación de un hábito sin evaluar sus consecuencias: puedes automatizar el alcanzar un biberón con la misma facilidad con la que desarrollaste el hábito de cepillarte los dientes todas las mañanas.

Las personas altamente sensibles se ven afectadas no solo por las suyas, sino también por las emociones de otras personas; sus sistemas nerviosos están permanentemente en alerta máxima, procesando los estímulos que les brindan ambos mundos: el interno y el externo.

Incluso las cosas más pequeñas pueden romper su corazón y llenarlo de una tristeza indescriptible durante muchos días: una vez me encontré llorando solo porque un cajero en el supermercado me regañó por tocar una balanza. Su hostilidad e ira me causaron un desequilibrio emocional.

Nos quedamos sin escudo y todo nos alcanza, por lo que podemos sentir la necesidad de buscar alivio con mucha más frecuencia que otros, creando rápidamente rutinas dañinas y perdiéndose en ellas con enorme intensidad.

En lo más profundo de mi propia adicción solía decir que el mundo me envenena y tengo que sacar las toxinas de mi torrente sanguíneo y desinfectarlo con alcohol. Lo que suele cerrar el ciclo, haciéndote sentir inútil, es el rechazo de los demás y la desaprobación cruel basada en opiniones falsas.

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Los factores desencadenantes y cómo superarlos

Cuando eres adicto, un impulso que te empuja a repetir tu error se llama desencadenante. Puede ser una emoción vinculada a una «cura» por nuestra mente subconsciente, un lugar o incluso un olor. Ver el lugar donde solías disfrutar de tu placer prohibido o conocer a la persona que te hacía compañía te traerá recuerdos y te tentará a volver a jugarlos.

Una vez más, es más difícil para una persona muy sensible evitar los desencadenantes, ya que aparecerán con mayor frecuencia debido a su maravillosa capacidad para registrar cada detalle y relacionarlos con los estados emocionales correspondientes (por ejemplo, el olor a manzanas puede despertar el sentimiento de felicidad y seguridad por la tarta de manzana con la que te obsequiaba tu abuela).

Escuchar una canción que fumabas cigarrillos con devoción, incluso un año después de dejar de fumar, creará el impulso ardiente de comprar un paquete de Camels, créeme.

La terapia que se brinda en los centros que luchan contra las adicciones se enfoca principalmente en reconocer los factores desencadenantes y aprender a evitarlos y enfrentarlos cuando no hay otra manera. La clave de esto último radica en reemplazar el patrón con un nuevo método para aliviar la tensión.

Expresar emociones a través del arte es una gran opción para personas altamente sensibles, ya que tienden a ser increíblemente creativas; el acto de crear y liberar lo que está enterrado en las profundidades más oscuras de la mente puede ser una experiencia desafiante y profundamente purgante.

Desahogarse anónimamente con otra persona a través de Internet también es una buena opción; le permite permanecer de incógnito y evitar los juicios severos de alguien conocido (hay algunos lugares maravillosos para hacer esto; intente buscar en Google «el lugar de comodidad»). Planificar tu día también es crucial para evitar momentos en los que no tengas nada que hacer y en los que puedas pensar demasiado.

El consejo más importante que puedo dar a toda persona altamente sensible que lucha contra la adicción es: escúchate a ti mismo. Abre tu corazón y escúchate verdaderamente a ti mismo sin adaptar opiniones o expectativas. Sabes lo que realmente necesitas; confía en tu intuición para reconstruir la conexión con tus propias emociones. Véalos como realmente son, crudos y hermosos, y una vez más conéctese al mundo que lo abraza.

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Por qué tantos caen en la trampa

La psicología detrás de la trampa

La trampa se basa en la explotación de nuestras debilidades psicológicas y emocionales.

Las trampas son una realidad en muchas áreas de la vida, desde las relaciones personales hasta las finanzas y la política. Estas trampas a menudo tienen éxito en atrapar a personas inteligentes y bien informadas. ¿Por qué tantos caen en estas trampas?

La trampa se basa en la explotación de nuestras debilidades psicológicas y emocionales. A menudo, nos sentimos atraídos por una oferta o promesa que suena demasiado buena para ser verdad. Podemos estar desesperados por solucionar un problema o sentir que merecemos algo que no podemos alcanzar. Los estafadores y manipuladores saben cómo jugar con estas emociones y motivadores internos para hacernos creer que su oferta es legítima o mejor de lo que realmente es.

Los efectos de la trampa

Cuando caemos en una trampa, nos sentimos humillados, estafados y vulnerables.

Los efectos de caer en una trampa pueden ser muy graves. Dependiendo de la situación, podemos perder grandes sumas de dinero, nuestra privacidad, nuestra tranquilidad mental e incluso nuestra libertad personal. Además, cuando caemos en una trampa, nos sentimos humillados, estafados y vulnerables. Esto puede tener consecuencias a largo plazo en nuestra confianza en nosotros mismos y en nuestras relaciones con los demás.

Cómo evitar caer en la trampa

La mejor manera de evitar caer en una trampa es estar informado y ser crítico en nuestras evaluaciones de ofertas y promesas.

La mejor manera de evitar caer en una trampa es estar informado y ser crítico en nuestras evaluaciones de ofertas y promesas. Debemos hacer nuestra propia investigación independiente antes de tomar decisiones importantes y no confiar únicamente en lo que nos dicen los demás. Además, debemos ser conscientes de nuestras debilidades psicológicas y emocionales y mantenernos alerta ante señales de alarma que puedan indicar una posible trampa.

  1. Investiga cualquier oferta o promesa antes de comprometerte.
  2. No te dejes llevar por promesas o ofertas que son demasiado buenas para ser verdad.
  3. Sé crítico en tus evaluaciones y no confíes solo en lo que te dicen los demás.
  4. Conoce tus debilidades psicológicas y emocionales y mantente alerta ante posibles señales de alarma.

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