La Teoría del Aprendizaje Social es una corriente psicológica que sostiene que el aprendizaje se produce a través de la observación, la imitación y la interacción social. Esta teoría se ha convertido en una herramienta fundamental para comprender cómo las personas adquieren nuevas habilidades, actitudes y conductas gracias a su entorno. En este artículo, exploraremos la historia de la Teoría del Aprendizaje Social, sus principales exponentes y algunos ejemplos de su aplicación en la vida cotidiana. ¡No te lo pierdas!
¿Qué hace que un individuo aprenda nuevas técnicas de resolución de problemas? ¿Cuál es la mejor manera de cambiar nuestro comportamiento? ¿Qué papel juegan nuestros padres, amigos y los medios de comunicación en lo que aprendemos sobre el mundo y nuestro lugar en él?
La psicología trata de responder a tales preguntas con teorías y experimentos. La teoría del aprendizaje social revolucionó mucho de lo que sabíamos sobre el aprendizaje cuando se hizo popular en la década de 1960. La idea de que las personas pueden aprender a través de la observación puede parecer simple, pero no se demostró hasta ese momento. De hecho, mucha gente no creía que fuera posible en absoluto. En este artículo, aprenderá qué es la teoría del aprendizaje social y por qué es importante.
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¿Qué es la teoría del aprendizaje social?
La teoría del aprendizaje social propone que el aprendizaje es un proceso cognitivo que ocurre en un contexto social. El aprendizaje puede ocurrir a través de la observación o la instrucción directa en contextos sociales, incluso sin un refuerzo directo del comportamiento. La idea principal de la teoría, que una persona puede aprender observando cómo se refuerza o castiga a otra por su comportamiento, no se había aceptado científicamente en el momento en que se propuso.
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La teoría del aprendizaje social también afirma que el aprendizaje no necesariamente resulta en un cambio de comportamiento y que los estados internos como la motivación juegan un papel importante.
El psicólogo Albert Bandura desarrolló la teoría del aprendizaje social siguiendo un experimento llamado «el experimento del muñeco Bobo», que mostró que los niños tendían a copiar el estilo de juego de los adultos que observaban.
Bandura habló sobre cuatro etapas que forman parte del aprendizaje:
1. Atención. Debemos ser capaces de notar y observar un tipo específico de comportamiento para imitarlo.
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2. Retención. Necesitamos recordar el comportamiento para aplicarlo a nosotros mismos.
3. Reproducción. Tenemos que ser capaces de reproducir el comportamiento.
4. Motivación. No imitaremos un comportamiento aprendido si no estamos motivados para hacerlo.
La historia de la teoría del aprendizaje social
Antes de la teoría del aprendizaje sociallos psicólogos asumieron que las personas aprenden principalmente al ser castigadas o recompensadas por el entorno por su comportamiento.
Por ejemplo, un niño ve que sus padres sonríen cuando cuenta un chiste, entonces hace más chistes. Y cuando deja huellas de barro en el suelo, sus padres se enfadan, así que comprueba que sus pies están limpios antes de entrar.
Bandura y otros creían que tal refuerzo no era suficiente para explicar todos los tipos de aprendizaje y comportamiento. En cambio, el simple hecho de ver a otra persona sufrir una consecuencia por un comportamiento o ser recompensado por ello puede ser suficiente para desencadenar el cambio.
Primeras investigaciones detrás de la teoría del aprendizaje social
Para probar y probar su teoría, Bandura hizo que 36 niños y 36 niñas (todos con edades comprendidas entre los 36 y los 69 meses) observaran cómo dos modelos adultos (hombre y mujer) jugaban con varios juguetes, incluido un muñeco Bobo inflable (los que que vuelven a subir cuando los empujas hacia abajo). Luego, los niños tuvieron la oportunidad de jugar con los juguetes.
En una condición, el modelo adulto jugaba con otros juguetes mientras ignoraba al muñeco bobo. Y en la condición «agresiva», después de un minuto de jugar con los otros juguetes, el hombre o la mujer adultos se giraron hacia el muñeco Bobo, empujándolo, arrojándolo al aire y actuando agresivamente contra él.[1]
Cuando los niños tenían la oportunidad de jugar con los juguetes, tendían a imitar el tipo de juego que observaban los adultos. Los niños que vieron juegos no agresivos eran más propensos a colorear y jugar con los otros juguetes, mientras que aquellos que vieron a los adultos modelar un comportamiento agresivo hacia el muñeco Bobo tenían más probabilidades de involucrarse en comportamientos agresivos hacia él.
Otros estudios a lo largo de los años vieron hallazgos similares sobre el proceso de aprendizaje interno a través de modelos a seguir e imitación.
Bandura cambió el nombre de “teoría del aprendizaje social” a “teoría del aprendizaje cognitivo” en 1986.
Conceptos básicos de la teoría del aprendizaje social
Las personas pueden aprender a través de la observación.
Comprender que las personas pueden aprender a través de la observación fue un gran avance. Significaba que las personas podían aprender sin experiencia directa, sino observando (o incluso escuchando) el comportamiento de los demás.
Al modelar un comportamiento saludable, los padres pueden enseñar a los niños sin dar instrucciones explícitas. Como adultos, podemos elegir el tipo de contenido que consumimos para modelar el comportamiento que deseamos emular. Rodearse de personas responsables y con buenas habilidades de comunicación puede ayudarnos a aprender estas habilidades por nosotros mismos.
Por ejemplo, un estudio sobre adolescentes adoptivos encontró que aquellos con un mentor adulto tenían mejores resultados en medidas como menos ideación suicida y enfermedades de transmisión sexual y más participación en la educación superior.[2]
Nuestros estados mentales son importantes para el aprendizaje.
Bandura fue uno de los primeros psicólogos en hablar sobre cómo nuestros estados mentales internos influyen en el proceso de aprendizaje.
Según Bandura, nuestros pensamientos y sentimientos afectan nuestra motivación para aprender y cambiar nuestro comportamiento. El alumno puede recibir recompensas externas por ciertos comportamientos pero no estar motivado para participar en dicho comportamiento.
Por otro lado, es posible que uno no reciba una recompensa o reconocimiento externo por aprender algo (por ejemplo, cómo tocar un instrumento), sino que siga trabajando en su nuevo comportamiento debido al logro que siente dentro de sí mismo. Su sentimiento de orgullo actúa como un refuerzo incluso si no hay recompensas externas.
El aprendizaje no conduce necesariamente al cambio
De acuerdo con la teoría del aprendizaje social, alguien puede aprender un nuevo comportamiento, pero es posible que no quiera o no pueda cambiar.
Podemos tener un proceso interno de hacer algo pero no tener la oportunidad de practicar. Muchos de nosotros hemos visto ejemplos de personas jugando al golf en la televisión y en las películas, pero nunca hemos estado en un campo de golf. No hay evidencia en nuestra vida cotidiana de que hayamos aprendido nada observando a la gente jugando al golf. Sin embargo, si alguien nos pusiera en un campo de golf, tendríamos una idea de qué hacer.
Aplicaciones de la teoría del aprendizaje social en la vida cotidiana
Psicología del desarrollo
La teoría del aprendizaje social enfatiza la importancia de “practicar lo que predicas” al enseñar a los niños. Debido a que los niños aprenden a partir de la observación, en lugar de solo con instrucciones, encender un cigarrillo mientras se le dice a un niño que no debe fumar puede enviar un mensaje contradictorio.
De igual forma, nos obliga a pensar en castigos adecuados. Castigar la violencia o el mal comportamiento por medios como los azotes puede ser contraproducente porque el comportamiento modelado contradice la instrucción (usar la violencia para decirle a alguien que no use la violencia). [3] Por lo tanto, un niño puede aprender que involucrarse en violencia está bien en ciertas condiciones.
Criminología
La teoría del aprendizaje social puede ayudar a comprender a las personas que cometen delitos y delincuencia juvenil. Podemos investigar sus antecedentes familiares o el entorno en el que crecieron para ver el comportamiento que observaron y las ideas que se formaron sobre el mundo.
Por supuesto, el aprendizaje social por sí solo no es suficiente para explicar por qué algunas personas cometen delitos. Críticas a la teoría del aprendizaje social decir que pone demasiado énfasis en el medio ambiente. En el caso del crimen, los críticos argumentan que aquellos que están naturalmente orientados hacia el crimen elegirán rodearse de otras personas similares.
Violencia mediática
La popularización de la teoría del aprendizaje social ha llevado a los padres a preocuparse cada vez más por la violencia en los medios, principalmente en los medios dirigidos a los niños. Desde entonces, ha habido numerosos estudios y un debate científico sobre la influencia de la violencia mediática en los niños.[4]
Algunos estudios han encontrado que los medios violentos afectan el comportamiento de los niños, pero otros experimentos no probaron tal vínculo. Si bien la investigación sigue sin ser concluyente, la teoría del aprendizaje social ha jugado un papel importante en este complejo argumento.
Creando un cambio social con los medios
La idea es que, dado que podemos aprender de los modelos, podemos ayudar a crear un cambio social mostrando modelos positivos en la dirección hacia la que nos gustaría que vaya la sociedad. Por ejemplo, si queremos trabajar por un mundo más limpio y amigable, podemos elegir mostrar personajes que sean amables entre sí o que limpien las playas.
Un estudio sobre los efectos del aprendizaje social a través de los medios de comunicación mostró que los adolescentes expuestos a contenido sexual en los medios tenían más probabilidades de participar en comportamientos sexuales a una edad más temprana.[5]
Hoy, nuevos programas como Big Mouth y Sex Education intenta dar una imagen más equilibrada de la sexualidad adolescente en los medios de comunicación.
Los niños también aprenden los roles de género de los medios de comunicación. Los estudios sobre roles de género y representaciones de personajes masculinos y femeninos encuentran que las mujeres están subrepresentadas en los medios. Cuando aparecen las mujeres, normalmente es en contextos sexualizados o en roles de cuidado, como madres, enfermeras y maestras.
Mostrar una gama más amplia de personajes femeninos en diferentes opciones de carrera puede cambiar los mensajes que las jóvenes internalizan sobre los comportamientos que se esperan de ellas como mujeres.[6]
Psicoterapia
Bandura vio la psicoterapia como un proceso de aprendizaje en el que uno puede aprender nuevos comportamientos y reacondicionar viejas creencias.[7]
Un buen psicoterapeuta puede modelar un comportamiento saludable para un cliente. Por ejemplo, al mantener la calma y escuchar cuando el cliente plantea críticas, en lugar de ponerse a la defensiva, el terapeuta le enseña a su cliente habilidades sanas de conflicto sin necesidad de dar instrucciones directas.
Fortalezas y debilidades de la teoría del aprendizaje social
Una de las principales fortalezas de la teoría del aprendizaje social es que ofrece una nueva perspectiva sobre por qué las personas pueden actuar de manera diferente en diferentes entornos. Por ejemplo, un niño puede actuar de una manera en la escuela y de otra en casa, incluso si el comportamiento es recompensado de la misma manera. Otra fortaleza es que la teoría del aprendizaje social da cuenta de los procesos internos en el alumno y el hecho de que el aprendizaje puede ocurrir incluso cuando no podemos ver el cambio de comportamiento.
Una debilidad central en la teoría del aprendizaje social es que lucha por explicar por qué algunas personas están expuestas a los mismos modelos pero reaccionan de manera diferente. Por ejemplo, cuando dos niños ven el mismo programa de televisión violento y uno reacciona jugando agresivamente después, pero el otro no. La teoría del aprendizaje social no tiene en cuenta todos los comportamientos.
Los críticos de la teoría del aprendizaje social dicen que elimina la responsabilidad por el comportamiento del individuo y la coloca en la sociedad o el medio ambiente.
En general, la teoría del aprendizaje social ha aportado mucho a nuestra comprensión de cómo aprenden las personas, pero no ofrece una imagen completa.
Preguntas comunes
¿Por qué es importante la teoría del aprendizaje social?
El aprendizaje social nos ayuda a lograr una comprensión más profunda del proceso de aprendizaje. El aprendizaje social se aplica a muchos aspectos de la vida diaria, incluida la educación, el trabajo social, la sociología y los medios de comunicación.
¿De dónde viene el concepto de aprendizaje social?
El concepto de aprendizaje social proviene de experimentos en psicología que demostraron que los niños pequeños imitan el comportamiento de los adultos. Otros estudios demostraron que los adultos se involucran en la imitación y el aprendizaje social ocurre a lo largo de nuestras vidas.[8]
¿Cómo se utilizan los modelos en la teoría del aprendizaje social?
Hay tres formas en que los modelos se pueden utilizar en el aprendizaje social. Aprendemos de modelos en vivo al ver a personas reales comportándose de diferentes maneras. Los modelos de instrucción brindan descripciones de comportamientos (p. ej., un maestro en un salón de clases). Los modelos simbólicos son los que vemos en medios como la televisión o los libros.[9]
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¿Qué es la teoría del aprendizaje social?
La teoría del aprendizaje social, también conocida como teoría del aprendizaje por observación, se basa en la idea de que los seres humanos aprenden a través de la observación y la imitación de las acciones de los demás. Esta teoría fue desarrollada por el psicólogo Albert Bandura en la década de 1960, como una crítica a las teorías conductistas del aprendizaje que se centraban exclusivamente en el papel del refuerzo en el aprendizaje.
Historia de la teoría del aprendizaje social
La teoría del aprendizaje social se basa en la premisa de que las personas aprenden de su entorno social, a través de la observación y la imitación de las conductas de los demás. Esta teoría se desarrolló en la década de 1960 por el psicólogo Albert Bandura, quien cuestionó la teoría conductista del aprendizaje que se centraba en el papel del refuerzo en el aprendizaje.
Bandura argumenta que el aprendizaje no solo se produce a través del refuerzo, sino también a través de las experiencias de observar a los demás. Según su teoría, los aprendices pueden obtener información de su entorno, y luego usar esta información para modelar su propio comportamiento y desarrollar nuevas habilidades y conocimientos.
Ejemplos de la teoría del aprendizaje social
Un ejemplo de la teoría del aprendizaje social es el aprendizaje por observación de un niño en su hogar. Si un padre o cuidador muestra un comportamiento agresivo, un niño puede observar y modelar este comportamiento en su propia vida. Del mismo modo, si un padre o cuidador muestra un comportamiento positivo, un niño puede aprender y mostrar este comportamiento en su propia vida.
Otro ejemplo se puede observar en el lugar de trabajo. Si un nuevo empleado observa cómo se trabaja en la empresa y cómo interactúan los demás empleados, puede tomar esta información para adaptar su propio comportamiento y rendimiento.
En conclusión, la teoría del aprendizaje social es un enfoque importante para comprender cómo las personas aprenden y desarrollan habilidades a través de la observación y la imitación de los comportamientos de los demás. Bandura destaca que no solo es el refuerzo el que influye en el comportamiento de las personas, sino que su entorno social también tiene un papel fundamental en el proceso de aprendizaje.