8 cosas que las personas resilientes siempre hacen (que las diferencian)

La resiliencia es la capacidad de afrontar situaciones adversas y salir fortalecidos de ellas. Ser una persona resiliente implica actitudes y comportamientos que nos permiten superar los obstáculos y seguir adelante. En este artículo, te presentamos 8 cosas que las personas resilientes siempre hacen, para que puedas incorporar estas herramientas a tu vida y empezar a mantener una actitud positiva ante cualquier desafío. Descubre cómo estas actitudes te pueden diferenciar de los demás y hacerte más fuerte ante las adversidades.

La calidad de la resiliencia se puede crear de diferentes maneras.

Para algunas personas, es un viaje para ganar perspectiva, autoconciencia y habilidades para resolver problemas.

Para otros, se está forjando en el fuego de una vida difícil y desafiante que puede no haber sido amable con ellos. Esa persona sale de las llamas, moldeada por el calor y los desafíos que enfrentó.

Uno no necesita pasar por circunstancias tan dolorosas para crear resiliencia. En cambio, podemos mirar a los resilientes y buscar desarrollar las cualidades que tienen en nosotros mismos.

¿Qué tipo de rasgos hacen que el resiliente sea diferente del individuo promedio?

1. Entienden que todas las cosas son temporales.

La comprensión de que todas las cosas en la vida son temporales proporciona una base sólida para hacer frente a las pruebas y tribulaciones de la vida. Aunque esperamos cosas grandiosas y positivas, esas cosas inevitablemente terminarán, a veces trágicamente.

Muchas personas están buscando su gran amor, algo que se supone debe encender una llama brillante en su alma que les proporcione calidez y consuelo.

Innumerables libros, películas y gurús nos han dicho que ese amor está esperándonos. Pero, incluso si encontramos un amor demasiado romántico, terminará tarde o temprano porque los humanos no viven para siempre.

Todas las cosas tienen que terminar.

Todo es temporal. Cualquier momento en el que te encuentres, bueno o malo, eventualmente pasará. Los resilientes entienden y aceptan esta verdad.

2. Ven los obstáculos como retos a superar.

Cada persona en el mundo enfrentará desafíos y obstáculos en la búsqueda de sus metas y la vida que quiere vivir. El dolor y los obstáculos son inevitables.

La actitud y la mentalidad de uno hacia esos desafíos y obstáculos pueden hacer que la carga sea más fácil de llevar o agregar un peso tremendo que puede hacer que parezca imposible avanzar.

Los resilientes entienden que estos obstáculos están en su futuro y no restan valor a su viaje en general. Son simplemente desafíos para navegar en el camino hacia el éxito.

3. Practican el cuidado personal con regularidad.

La vida está llena de tensiones y desafíos. Tal vez sea la familia la que te está irritando hasta el último nervio, tal vez sea un jefe, tal vez sea solo una larga serie de cosas que no salen según lo planeado.

Cualquiera que sea el caso, una persona resiliente buscará la autogestión y el autocuidado.

El cuidado personal es importante para descargar el estrés y evitar ser arrastrado por la rutina a largo plazo de la vida.

Es un maratón, no un sprint. Uno debe controlar su propio ritmo, comprender sus límites y no agotarse tratando de perseguir lo inalcanzable.

No hay vergüenza en descansar si estás en un viaje largo, que todos hacemos.

4. Tienen límites claros y definidos en sus relaciones.

Los resistentes a menudo atraen a otros que quieren estar a su lado en su viaje. Pueden ser librepensadores o líderes comprometidos con ciertas visiones.

También pueden ser la columna vertebral de su familia, ayudando a mantener todo en orden y avanzando.

Cualquiera que sea el caso, los límites son una necesidad para garantizar que las relaciones se mantengan felices y saludables.

Las personas que buscan dirección acudirán en masa a la resiliencia como fuente de inspiración, conocimiento o incluso atención. Los resilientes entienden que deben tener cuidado para asegurarse de que otras personas no tomen demasiado de su energía o afecten negativamente su bienestar.

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La perspectiva externa puede ser una herramienta valiosa. Sin embargo, algunas personas viven para derribar los esfuerzos y logros de otras personas. A estos individuos negativos nada les gusta más que ver a alguien tropezar o caer.

Estas personas son trolls y deben ser ignoradas. Sin embargo, la crítica constructiva puede ayudar a convertir una mala idea en una buena o una buena idea en una excelente.

Una persona resiliente va a escuchar esa crítica constructiva, porque es consciente de que hay cosas en el mundo que no conoce.

Entienden que hay más perspectivas que las propias. No se dejan molestar por unos pocos dardos o palabras ásperas, porque están atentos a la sabiduría en las palabras de los demás.

6. Su ira a menudo es fugaz, ya que no es productiva a menos que se combine con una acción determinada.

La ira puede servir como combustible valioso para impulsar el vehículo del cambio. El problema con la ira, para muchas personas, es que piensan que su ira servirá para algo.

Pero no es así.

La ira es solo ira y no invoca ningún cambio a menos que esté realmente emparejada con una acción decidida y decidida.

E incluso entonces, ese combustible no durará mucho. La fatiga de la indignación puede aparecer, socavando incluso los esfuerzos más valientes.

Los resistentes entienden que la ira es un combustible temporal. Solo te llevará hasta cierto punto. En su lugar, eligen buscar una acción determinada sobre la que puedan tener un control continuo.

Después de un tiempo, muchas personas resilientes simplemente dejarán que su propia ira fluya más allá de ellos, porque entienden que la ira en realidad solo nubla el juicio y hace que sea más difícil tener éxito a largo plazo.

La comunicación se rompe cuando la ira se dispara contra otra persona. Simplemente dejan de escuchar, se ponen a la defensiva y se atrincheran más profundamente en su propia perspectiva.

7. Intentan encontrar lo positivo, aunque la lección esté sumida en el dolor o el sufrimiento.

Puede ser difícil encontrar lecciones positivas en circunstancias dolorosas y difíciles. Al buscarlos, una persona resiliente disminuye el impacto de la negatividad, el dolor y el sufrimiento.

Si pueden encontrar una manera de hacer que su propio sufrimiento valga algo, lo harán, porque entonces la percepción negativa disminuye.

Todos sufren a su manera, algunos más seriamente que otros. Esa no es una percepción que pueda o deba usarse para disminuir el sufrimiento de otra persona. Solo pueden tomar esa decisión por sí mismos.

Pero la persona resiliente no quiere detenerse demasiado cuando suceden cosas malas. Por lo general, lo confrontan, buscan la lección, hacen un nuevo plan y siguen adelante.

Eso no significa que todavía no lleven un poco de ese dolor y dolor con ellos, porque lo hacen. Simplemente significa que no dejan que los descarrile por mucho tiempo, o que alteren su curso de manera drástica a menos que sea absolutamente necesario.

8. Son conscientes de sí mismos, a menudo hacen y responden preguntas difíciles sobre sus elecciones.

La resiliencia tiene sus raíces en la autoconciencia. La capacidad de afrontar y superar las dificultades y tragedias de la vida se reduce a comprender bien las propias emociones y capacidades.

Todo se reduce a ser dueño de las propias elecciones, o la falta de ellas, y aprovechar al máximo cada cosa posible que se presente en su camino.

Los resilientes saben que son los arquitectos de su propia vida y existencia, todo lo cual está impulsado principalmente por su elección.

Y saben que si se equivocan o toman una mala decisión, tienen la fuerza y ​​la tenacidad para seguir un camino mejor.

Identificar esas malas decisiones se reduce a la autoconciencia, ser crítico con los propios procesos de toma de decisiones y asumir la responsabilidad cuando las cosas no salen según lo planeado.

Una persona resiliente no quiere dejar demasiado al azar, sino confiar en sus propias habilidades y capacidades para abrirse camino a través de lo que sea que esté enfrentando.

Puede ser todo un viaje comenzar a ejercer tal control sobre las emociones y el bienestar de uno, pero una vez que lo haces, es un sentimiento poderoso saber que puedes ser dueño de ti mismo y elevarte cuando llegue el momento.

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8 cosas que las personas resilientes siempre hacen

1. Aceptan la realidad y buscan soluciones

En lugar de negar los problemas, las personas resilientes aceptan la realidad y buscan activamente soluciones para superar los obstáculos.

2. Tienen confianza en sí mismos

Las personas resilientes tienen una fuerte confianza en sí mismas y su capacidad para superar los desafíos que enfrentan.

3. Mantienen una perspectiva positiva

A pesar de las dificultades, las personas resilientes siempre mantienen una perspectiva positiva y ven los desafíos como oportunidades de crecimiento.

4. Se adaptan al cambio

Las personas resilientes tienen la capacidad de adaptarse a los cambios y ajustarse a las nuevas situaciones rápidamente.

5. Tienen una red de apoyo

Las personas resilientes tienen una sólida red de apoyo, ya sea familiar, de amigos o profesional.

6. Toman decisiones con confianza

Las personas resilientes toman decisiones con confianza, incluso en situaciones difíciles y estresantes.

7. Aprenden de las experiencias

Las personas resilientes aprenden de las experiencias pasadas y las utilizan para enfrentar los desafíos futuros de manera más efectiva.

8. Son flexibles

Las personas resilientes son flexibles y tienen la capacidad de ajustarse a diferentes situaciones y cambios en su entorno.

  1. En resumen, las personas resilientes aceptan la realidad y buscan soluciones, tienen confianza en sí mismos, mantienen una perspectiva positiva, se adaptan al cambio, tienen una red de apoyo, toman decisiones con confianza, aprenden de las experiencias y son flexibles.

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